Buenos Aires, 22 de marzo de 2013.
Tras un convite en el hall de entrada al Instituto Geográfico
Nacional (lugar donde pocos años antes no hubiéramos pensado sería el ámbito de
un acto de esta naturaleza), pasamos al patio donde algunos gazebos protegían
del fuerte sol a quienes se sentaban bajo sus techos. Había unas doscientas
personas entre miembros de los organismos de DDHH, funcionarios, amigos y
compañeros de Alejandro directivos de Pág. 12, periodistas de radio
nacional (compañeros de Taty) y muchos militantes no sólo de Capital
Federal sino también del Conurbano.
Alejandro había entrado a trabajar en el Instituto (llamado por
entonces “Geográfico Militar”) a la edad de 19 años, y permaneció en él hasta
su secuestro y desaparición, el 17 de junio de 1975.
El Ministro de Defensa Puricelli había enviado sus disculpas por
tener asignada otra tarea en estos momentos, lo cual fue luego confirmado por
la misma Presidenta desde la pantalla. Hablaron a los reunidos una funcionaria
del Ministerio de Defensa, Stella Segado, Directora de Derechos Humanos de
dicho ministerio –a quien conocemos por su tarea en la Secretaría de DDHH de la Nación-, el Ministro de
Educación Alberto Sileoni (quien recordó palabras del escritor italiano Primo
Levi para referirse a la obligación de mantener y difundir memoria) y Oscar
Leguizamón, hermano de un det-desaparecido y promotor junto con un grupo de
ex-alumnos del colegio Damaso Centeno, de poner placas recordatorias en
Institutos Militares donde haya desaparecidos. Una gran pantalla empezó a
mostrarnos un acto concerniente al 24 de Marzo en Morón –en la Casa de la Memoria y de la Vida- al que asistía la Presidenta de la Nación junto con varios funcionarios.
Pequeñas ventanas mostraban también otro acto simultáneo en Ezpeleta, donde se
entregaban viviendas construidas según un plan gubernamental. La Presidenta pudo
conectarse con responsables del acto de Ezpeleta, y luego se dirigió a Taty
Almeida, sentada bajo el gazebo, junto a su hija María Fabiana y a sus cuatro
nietos, saludándola y manifestando su apoyo a este homenaje a Alejandro. Taty
respondió a su vez, y todo fue exhibido en la gran pantalla.
En verdad, este acto mostró por primera vez –según nuestra
experiencia- el uso de la videoconferencia en un evento relativo a la memoria
de los detenidos desaparecidos. En ese sentido fue totalmente novedoso.
Apagada la pantalla, se descubrió una placa posada sobre un
pequeño mástil en el patio, con la foto y el recuerdo de Ale y palabras, cuya
carga emotiva podemos imaginar, dirigidas a su hijo por Taty. Luego pasamos al
hall central donde se puso definitivamente la placa, Taty con mucha emoción
igual que todos los presentes gritó:
“30.000 detenidos-desaparecidos PRESENTES!!!! AHORA Y SIEMPRE,
AHORA Y SIEMPRE AHORA Y SIEMPRE !”
Nos fuimos con la memoria fresca de los versos de Alejandro, que
fueron leídos desde un emotivo video que preparó Pascual Spinelli “Si la
muerte me sorprende / lejos de tu vientre, / porque para vos los tres /
seguimos en él …”